Un aspecto esencial restante que caracteriza a una civilización es el lenguaje. El hecho es que, si analizamos a un grupo de personas a lo largo de una línea de tiempo prolongada, hay rasgos de este grupo de personas que evolucionan más rápido que otros, o que son rasgos nacientes o de efímera aparición. Por ejemplo, la riqueza económica o bienestar poblacional no es algo que defina de buena manera una civilización. A lo largo de los años los diferentes imperios han experimentado periodos de mayor o menor riqueza. Por ejemplo, no es posible que el bienestar económico de China hace cien años se pueda comparar con el "boom" económico que tienen ahora. Así, el bienestar o riqueza económica es un rasgo algo volatil que parece ser consecuencia de otros aspectos geopolíticos, como el modelo económico o forma de gobierno. De la misma manera, aspectos como la escritura o la digitalización, son rasgos muy recientes que no abarcan muchos años de historia y hasta cierta manera, parecen ser un tanto irrelevantes. Como ejemplo, tenemos a la Rusia zaristas que al aparecer Lenin en la revolución rusa tenía un alto porcentaje de analfabetismo (alrededor del 80%), pero esto sucedió hace apenas poco más de 100 años, o la gran digitalización en países como Corea del sur, que pese a ser algo muy notorio en la vida de los sur-coreanos, es un fenómeno de apenas hace unas cuantas décadas. Por tanto, hay elementos de una población que son muy volátiles y altamente complejos, o muy recientes y posiblementes de corte efímeros, que no son capaces de rastrear o capturar los rasgos esenciales de una civilización a lo largo de sus cientos (como la latinoamericana) o miles (como la Hindú) de años. Sin embargo, elementos como la religión o en este caso, el lenguaje, parecen ser elementos que permanecen unidos de manera inherente a una población a lo largo de los años. Así, siendo estos últimos rasgos unos elementos macros (en cuestión de longevidad), estos son capaces de permanecer y evolucionar junto a una civilización a lo largo de la línea de tiempo completa de esta, volviéndose características relevantes al momento de hablar de una civilización como tal.
Figura 1:Porcentaje de la población mundial que habla un idioma nativo en particular (según los distintos colores). Nota que para el idioma árabe no encontré datos para antes del 2010.
Usando datos (no proyecciones) del The World Factbook de la CIA de los distintos años recientes he graficado los distintos porcentajes de personas que hablan un idioma ya sea solo nativo (Figura 1) o contando idiomas nativos y no-nativos (Figura 2). Si nos enfocamos en la Fig. 1 podemos notar que en los años recientes, es el chino el lenguaje que domina la demografía mundial. En segundo lugar, como idioma nativo, se encuentra el español, que es una herencia de España al resto del continente americano, siendo este un idioma que se habla desde Tijuana (al norte de México) hasta la patagónia (que comprende el sur de Argentina). Después, tenemos a manera de empate técnico el Inglés, principalmente hablado de manera nativa en Estados Unidos, Reino Unido y Australia (curiosamente la alianza militar estratégica AUKUS que cubre el "rimland"), y el árabe, que es el idioma por excelencia del medio oriente (demograficamente antes que el persa). Después, tenemos dos idiomas como el hindi y el bangoli, que son dos idiomas bastante hablados en la India, un país de alta riqueza lingüística. Así, mientras que el hindi (no confundir con hindú, término religioso) es un idioma más hablado en el centro de la india, la región del noreste llamada "west bengal" concentra una alta población que habla el idioma bangoli (bengali en inglés). De la misma manera, conforme viajamos al sur de la India encontraremos más dialectos dominantes que no son el hindi o el bengali, como el marathi, tamil, urdu (que también se habla en Pakistán), etc. Cabe señalar que, con respecto a la publicación anterior relacionada a la religión, es curioso notar que mientras India guarda diferentes religiones y dialectos, siendo un país donde dos personas de diferentes regiones podrían no ser capaces de comunicarse entre sí, lo mismo no ocurre a la misma frecuencia en China. En china, el chino mandarín parece ser un idioma estándar para la población de 1.4 billones de habitantes, donde el segundo idioma más hablado en China es el chino cantonés, con tan solo 60 millones de personas (se dice fácil). Así, parece ser que las diferencias en religiones en la India vienen también muchas veces acompañadas de diferencias de idiomas, mientras que en China las diferencias religiosas se ven alividadas con una armonía lingüística, lo cuál otorga cierta parsimonia a su población, la cual se encuentra en general más concentrada al sureste del país. Finalmente, en último lugar (siendo aún importante ya que es hablado por casi 200 millones de personas de manera nativa) tenemos al ruso, el lenguaje que está asociado de manera inherente la civilización ortodoxa. De esta manera, podemos notar una vez más, el desventaja demográfica de Rusia que tendrá que trabajar en los años venideros aunque eso signifique abrir más el país a visitantes (como recientemente lo hicieron al no requerir más visa para personas de la India con fines turísticos). Siendo Rusia el centro de la civilización ortodoxa, una nación que se encuentre en el corazón de la tierra (término de Mackinder, el Heartland), su civilización cuenta con los menores números en términos de demografía, y aśi, también en lenguaje y religión. Vuelvo así, a mi tesis (aunque difícil tarea), de que de la misma manera que las superpotencias guardan cierto equilibrio militar, también debe existir un equilibrio demográfico.
Figura 2: Idiomas más hablados en el mundo a través de los años recientes. La gráfica incluye personas que hablando un idioma nativo y no-nativo.
Finalmente, en la Fig. 2 combinamos el número de hablantes nativos y no-nativos. Así podemos encontrar interesantes conclusiones. Por ejemplo, primero que nada el mandarín parece mantenerse con un porcentaje elevado, siendo este un idioma difícil de aprender pese al interés de la gente debido al auge económico (y geopolítico) chino. Sin embargo, tenemos que idiomas como el bengali pierden importancia con respecto al hindi, ya que el hindi, junto al inglés, es un idioma con el cual las personas en la India pueden comunicarse entre si y resulta útil aprender, a diferencia del bengali que está atrapado a cierta región muy específica pero con una muy alta demografía. El árabe y el español no parecen variar mucho (aunque el español guarda una ligera subida), siendo el árabe un idioma que a primera vista resultaría curioso que una persona de otro continente quisiera aprender. Mientras tanto, el español, pese a no ser un idioma que te permita interaccionar con el resto del mundo, si abre la posibilidad de interaccionar con una amplia gama de paises en la región latinoamericana principalmente, lo cuál resulta en cierto atractivo para aprender el idioma. Ahora, el ruso, pese a que antes de 1980 parecía tener un repunte, tal vez debido a la gran relevancia internacional que guardaba la unión soviética, a venido a la baja en los años recientes. Aunado a esto, el ruso resulta ser un idioma más complejo de aprender en comparación a otros, con un alfabeto que viene del cirílico. Finalmente, el inglés muestra un repunte espectacular a partir de 1990. Esto podría deberse a que el inglés, con su facilidad o simpleza lingüística, se convirtió en una herramienta sencilla para la comunicación internacional. Lo anterior, promovido por el hecho de que después colapso de la Unión Soviética, entramos en un periodo de globalización económica y política, donde las grandes potencias (Estados Unidos y Gran Bretaña) fueron los actores principales y su idioma terminó tomando una gran relevancia. Sin embargo, en este aspecto, coincido con Samuel Hungtinton, no parece ser que este repunte signifique una herencia de valores occidentales al resto del mundo, sino una herramienta anglosajona que resulta útil para comunicarse con el resto del mundo. Así, el aprendizaje del inglés no parece venir acompañado de valores occidentales, sino que este idioma, dado a su versatilidad y sencillez, junto con la relevancia de las grandes potencias, se volvió un idioma internacional. Por lo tanto, aunque las estadísticas de la Fig. 1 y la Fig. 2 muestren un repunte del inglés, este elemento más allá de ser un elemento de la civilización occidental, parece ser que se posicionó como un elemento comunicacional entre civilizaciones. Sin embargo, cabe destacar que occidente si guarda una ventaja lingüística en el inglés, ya que de occidente salen los nuevos términos que se acuñan en el inglés y se vuelven luego populares a nivel internacional. Desde términos sencillos como "google it, tweet it", hasta términos de valores occidentales como "grooming" o de estrategia geopolítica como "Heartland" o "Rimland". Así, concuerdo con tesis como las de A. Dugin, las cuáles proponen que también debemos crear un lenguaje o una terminología soberana entre civilizaciones. Curiosamente, este es otro tipo de equilibrio más, no un equilibrio militar o demográfico, sino un equilibrio lingüístico o etimológico. Así, en términos de lenguaje, lo cual concierne a esta publicación, durante mucho tiempo se jugo con la terminología occidental, y se volverá necesario que las demás civilizaciones o paises empiecen a acuñar términos ya sea en inglés o en sus respectivos lenguajes, y no solo transfierar lo que viene se occidente, esto dará más soberanía en el mundo multipolar que está por venir y la gente tendrá que adaptarse a los conceptos. De la mismo manera que es difícil entender mecánica cuántica sin hablar el lenguaje de la álgebra lineal, o entender teoría de la relatividad general sin hablar el lenguaje de los tensores, sería difícil entender un nuevo mundo multipolar emergente sino viene acompañado de un lenguaje soberano proporcionado por las nuevas superpotencias (aunque admito que, me encantaría que cada civilización hiciera lo mismo).